Un 1 de enero de hace unos cuantos años tuve la suerte (o la desgracia) de ver por primera vez la película «Trainspotting», me pareció desgarradora, pero me hizo reflexionar sobre lo que me apasiona de la psicología: El tratamiento de las adicciones.
La película empieza con un joven Renton (Ewan Mcgregor) corriendo por las calles de Edimburgo y de fondo su voz diciendo:
«Elige la vida, elige un empleo, elige una carrera, elige una familia… Elige tu futuro, elige la vida, ¿Pero porque yo iba a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida, elegí otra cosa…»
Mark Renton eligió la heroína, eligió no elegir la vida. Te cuento una escena muy gráfica.
«El peor baño de Escocia»
Tras terminar, se le cae el supositorio y – tal y como plasma la imagen- decide sumergirse, a pesar del mal olor y las náuseas que le provoca, en las aguas más sucias para conseguir su dosis.